Delia, Dragón Sombra
-¡Delia!
Aquel grito de fondo, proveniente del bosque cercano a la orilla, la sacó de sus pensamientos. Estaba harta, cansada de que cada año le propusieran y le preguntaran para que se apuntara a la celebración en honor al Dragón Negro. El resto de dragones deseaban que cualquiera de les Dragones Sombra más adultes se aparearan con su padre para comprobar si así sería más sencillo que los dragones negros volvieran.
Delia detestaba la idea, pero al vivir con el resto de dragones azules durante años, estes se volvieron insistentes y ahora, cada año, la acosaban para conseguir que se presentara. Siempre se las arreglaba para esconderse el día señalado y este no sería una excepción.
La joven de pelo azul se acercó a ella, era pura, hija de dragones azules y, a pesar de lo joven que era y de que no se había apareado todavía, se había presentado para salir elegida.
Delia suspiró y se dio la vuelta dejando que su melena pelirroja y negra se moviera con ella.
-¿Novedades?
-Deberías venir, queda poco para que el Gran Dragón Negro baje
-No voy a ir, lo sabes
-Pero es un gran honor y más si lo consiguieras
-Es mi padre Lluvia, piensa un poco
-... Bueno, quizá... Quizá también funcione si entre vosotres les Sombra...
-Son mis hermanos, ¿¡en qué piensas!? -Y vuelve a suspirar. -Lluvia... No va a ser agradable lo que vas a vivir si te elige, he visto a otres dragones quejarse de aparearse con él
-Yo estaré bien..
Ya con resignación y rabia, Delia le da la espalda, hace salir a sus alas y emprende el vuelo dejándola atrás y encaminándose a Spect, en Darksweet, en busca de una salida de ese mundo.
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